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Foto: Sacsayhuamán, en la piedra más alta del fuerte.
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En el transcurso de mi carrera en la Escuela de Historia, de la
Universidad Central de Venezuela, soñaba sellar la culminación de
esta con un viaje en el que pudiera disfrutar y al mismo tiempo
aprender, explorar, palpar y vivir parte de lo leído después de
varios años de estudio, especialmente conocer y conectarme con la
conciencia espiritual de mi ser. Ese lugar con el que soñaba visitar
en aquel entonces era Machu Picchu que como leí alguna vez, antes de
ser en escencia geografía o historia, es uno de los mas hermosos
poemas del mundo y está en nuestro continente, en Perú.
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Foto: Sacsayhuamán, en los caminos del fuerte.
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Casualmente, como la mayoría de las cosas que me ocurren, en el año
2012 casi terminando materias de la carrera, se presentó la
oportunidad maravillosa de realizar ese viaje, recuerdo que estaba en
pleno período de clases y haberle pedido permiso a uno de los
mejores profesores que ha pasado por esa escuela, el ya fallecido
historiador Enrique Nobrega, quien además modo cómplice, me diría
así como quien no quiere la cosa, con todo el estilo que lo
caracterizaba _bueno ve, pero tendrás que hacer un esfuerzo doble
para ponerte al día_ imaginan mi felicidad, me pregunto si tendría
otras materias pero la verdad, no lo recuerdo, pienso ahora, qué,
quién más que él para entender la trascendencia e importancia de
aquella experiencia para mi vida, pues lo caracterizaba un espíritu
libre y una pasión por la historia que lograba hacer que cualquiera
la amara. Pues entonces, así fui a un viaje en el que en
prácticamente siete días (sí bastante rápido) conocí, Lima,
Cuzco y Machu Picchu. En esta oportunidad voy a contarles brevemente
sobre una de las visitas más interesantes que observé es ese Camino
Inca, que fue cuando conocí el Sacsayhuaman.
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Foto: Sacsayhuamán, la felicidad de estar en un lugar ancestral inesperado.
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Este impresionante lugar queda cerca de una de las ciudades
históricas más hermosas por las que pasé, camino a Machu Piccu, la
ciudad del Cusco.
“Para los Incas, Cuzco era
el centro del mundo. Visitar esta ciudad y las ruinas cercanas
transporta al viajero al reino cósmmico de la antigua cultura andina
(…) la ciudad de Cuzco es solo la ventana. Justo a sus puertas
aguarda el Valle Sagrado, un territorio salpicado de pueblos, altas
aldeas y ruinas conectado por caminos y vías férreas que conducen
al mayor reclamo del continente americano: Machu Picchu...”
El
Sacsayhuamán, es una gran fortaleza, adjudicada a los Incas,
durante la visita nos informaron que significaba “Lugar donde se
sacia el halcón”, y constituye por excelencia un recinto
arqueológico ubicado a 2 kilómetros de la ciudad del Cusco y a
3,700 metros sobre el nivel del mar, por eso tenía dos jeans un
vestidito, un sueter y una bufanda cubriéndome el cuerpo y aún
tenía frío, porque a pesar del sol, la temperatura era de 12°C,
sinceramente, no imaginaba que en el viaje pudiera visitar éste
lugar tan significativo, pues en mi mente solo estaba el “Valle
Sagrado”, pero he aprendido en el transcurso de mi vida, que cada
lugar inmenso tiene alrededor otros también sin iguales que hacen
equilibrio con éste para que pueda resaltar en algún momento de
manera armónica.
“ La cabeza del puma –
Según la cosmovisión andina, los centros urbanos o religiosos de
importancia armonizaban urbanísticamente con su entorno natural.
Machu Picchu, por ejemplo, tiene la forma de un ave. Según diversas
investigaciones, la ciudad del Cusco, tenía antiguamente la forma de
un puma. La fortaleza de Sacsayhuaman formaría la cabeza del felino
mientras que el Templo del Sol o Coricancha, los genitales”.
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Foto: caía la tarde de espalda a la fortaleza o santuario Sacsayhuamán
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Parte de la información que recuerdo nos dieron sobre el
Sacsayhuamán fue que
según uno de los cronistas, la ‘fortaleza
ceremonial’ de Sacsayhuamán es, con sus muros megalíticos, la
mayor obra arquitectónica que realizaron los incas durante su
apogeo, que su construcción comenzó con el inca Pachacutec en el
siglo XV y concluyó con Huayna Cápac en el XVI. Además Que en
1536, el líder de la resistencia inca de Vilcabamba (Manco Inca),
combatió a los españoles en este recinto, también que debido a la
destrucción causada por los conquistadores actualmente solo se
aprecia el 20% del complejo arquitectónico. En definitiva esta
estructura pudo ser un santuario o una fortaleza ya que desde el
lugar se observa una singular vista panorámica de los entornos,
incluyendo la ciudad del Cuzco.
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Foto: soteniendo el Sacsayhuamán, nah que va ese tiene mucho tiempo allí.
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Debate: quien lo construyó?
Existe
un debate interesante sobre quienes lograron construir esta maravilla
arquitectónica, por cierto debate que me hizo ampliar información
sobre la descolonización de la memoria, gracias a una de las guías
de aquel lugar, muy simpática e irreverente ella, cosa que me cayó
súper bien, porque pude percibir algo que tal vez en otro contexto
no hubiera comprendido, en aquel momento ella comentó de manera
jocosa, que muchos gestores y guías decían que estas construcciones
había sido realizada por algo no humano, debido a la época y a la
forma de dicha arquitectura, explicaba que habían dos razones por
las cuáles se generaban tales posturas.
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Foto: La guía irreverente, dando la explicación sobre el
Sacsayhuamán
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Una causa era la promoción turística, que hacía muy atractivo el
hacer pensar que esas rocas habían sido perfecta y armónicamente
colocadas por seres extraterrestres, así lograban un servicio más
que los turistas consumen como diría Beatríz Martín “...De esta
forma, aunque el turismo cultural implique una aparente “necesidad
de conocimiento”, los gestores deben siempre tener presente, que se
trata de un tiempo de ocio, y de ilusión...”
así atraían a más cantidad de turistas, cosa que en esa área es
muy común, por otro lado está lo relacionado a la poca valoración
de la cultura ancestral por parte de una historia colonizadora y
hegemónica, en dónde el “indio” no tiene la capacidad de
realizar semejante obra, ese constante señalamiento de inferioridad
cultural, que en realidad es producto del desconocimiento de la
misma, ya que con el aniquilamiento de gran parte de la memoria
ancestral desaparecieron las técnicas que permitieron la
construcción de esta monumental fortaleza o santuario.
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Será posible? |
La explicación que la guía daba era que se realizó dicha
construcción a lo largo de muchos, muchos, años, y la técnica
consistía en que la piedra se cortaba en una cantera de manera muy
tosca con la forma aproximada requerida, luego era arrastrada con
unas cuerdas enormes por cientos de hombres hasta el lugar de
construcción, donde se le daba el tallado definitivo.
También existen otras opiniones que indican desde una perspectiva un
poco más técnica, o si pudiera llamarse de alguna manera universal,
que es complejo adjudicarle esta construcción a una sola sociedad
como en éste caso la Inca, ya que está realizada con piedras
enormes, que armonizan de manera perfecta, como un rompecabezas,
desafiándo a la lógica, pero además no tienen adherentes, o algún
tipo de pegamento, es decir, cada piedra pareciera encajar
perfectamente en cada espacio concedido sin que nada aparentemente lo
estuviera conteniendo, añadiéndole que estas construcciones han
perdurado así una gran cantidad de años (3000 años o más de
antigüedad). En definitiva, sin dudas es compleja ésta arquitectura
que constituye un campo profundo de conocimiento en el que aún hay
mucho por descubrir.
En definitiva esta fue una de las mejores experiencias de mi vida,
lograr esa conexión con la memoria ancestral y la capacidad humana,
que se produce a través de la transmisión del conocimiento, la
memoria o el recuerdo. Un conjunto de vivencias y sensaciones que ya
no quedan solo plasmadas en textos de quienes la hayan experimentado,
o tal vez tan solo leído de otros textos, es realmente mágico la
posibilidad de vivir la historia, a través de los hechos concretos
como el patrimonio, teniendo este el significado de lo heredado, del
valor plasmado en cada uno de los lugares por los que ha dejado su
huella el ser humano, en definitiva es más comprensible la historia
cuando la palpas, cuando la vives y es aquí dónde el turismo
cultural tiene una significación poética que sustituye a la
realidad geográfica y a la significación histórica.
Inair Manzur