Escribiendo en el metro de Caracas
Hace cuanto
Hace cuanto
,
Hace cuanto las flores no dan su aroma
Y los pétalos no caen con cuidado sobre el agua en total calma
Hace cuanto, el sonido del viento no susurra sobre un rostro cansado
Hace cuanto una sonrisa dibuja de alegría tu día a plenitud
Hace cuanto, hace cuanto
Hace cuanto las orquídeas no perfuman el ambiente para respirar profundo
Hace cuanto en el riachuelo no llovizna con sonidos del agua fluyendo
Hace cuanto la pureza de la miel no endulza un camino cálido
Hace cuanto la amabilidad, la ternura y la armonía van de paseo contagiando
Hace cuánto, hace cuánto
Hace cuanto el latido del corazón se queda sin movimiento por una mirada
Hace cuanto las cosas se hacen más espiritual y menos material
Hace cuanto el cantar armoniza los sonidos y la relaciona a tu ser
Hace cuanto el sentimiento se vive, se da, se quiere y se entrega en totalidad
Hace cuánto, hace cuánto.
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